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Existen trastornos que pueden confundirse o solaparse con otros por las características que comparten, por lo que es fundamental describer las diferencias entre ellos. Por ello en la noticia que nos ocupa vamos a marcar los límites entre el TANV y el SA para clarificar mejor  sus perfiles neuropsicológicos.

Dentro del propio TANV Vaquerizo- Madrid et al (2009) plantean la existencia de diferentes fenotipos en función del mayor o menor grado de afectación socioemocional y motora.

Mediante un modelo de interpretación clínica, propusieron la existencia de 4 grupos fenotípicos:

  • Un fenotipo social: marcado por las dificultades en las competencias sociales y de comunicación interpersonal.
  • Un fenotipo grafomotor, en el que predomina la torpeza grafomotoras y un temperamento difícil.
  • Un fenotipo perceptivo que se caracteriza por torpeza motora, dificultades de organización espaciotemporal y visual, para el aprendizaje de las matemáticas y déficit de atención visual. Aquí incluiríamos el concepto DAMP.
  • y un fenotipo atencional, en el que destaca la distracbilidad en el que incluyen a niños con “Tempo Cognitivo Lento” (TCL).

Esta clasificación podría generar mayor confusion al tener que diferenciar entre los subtipos específicos del TANV y otros trastornos. No obstante, teniendo claro el diagnóstico diferencial en la práctica clínica es muy útil para priorizar objetivos así como para pautar el programa neuropsicológico más adecuado a las necesidades del niño.

Resulta difícil establecer una clara diferencia entre el “fenotipo social” del TANV y el Síndrome de Asperger. Se ha propuesto que el TANV podría ser un modelo explicativo de los déficits que aparecen en el Síndrome de Asperger; sin embargo, la investigación ha ido separando ambos trastornos, dado que aunque comparten algunas cacarterísticas, existen otras que las diferencian de forma definitoria. (G Rodríguez, Melchor, R Cánovas ; 2015).

Así pues a modo de resumen podemos afirmar que en el Síndrome de Asperger predominan las dificultades en la pragmática lingüística y en las habilidades mentalistas, con mayor evitación del contacto ocular e intereses restringidos.

Por otro lado, en los niños con TANV es más propio la torpeza motora, los problemas para la comprensión espaciotemporal y la disfunción de la memoria procedimental ( adquisición y atomatización de procedimentos).

A modo de cuadro comparativo os dejamos con este árbol de decisiones realizado en nuestro centro, para clarificar el perfil neuropsicológico del SA, el TANV y el DAMP y llevar a cabo una comparativa entre los trastornos anteriormente citados.