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En el post de hoy vamos a hablar de un tema que preocupa y cada vez más a los padres: la adicción de nuestros hijos a los videojuegos. Esta adicción parte de una necesidad constante de jugar que se antepone ante cualquier otra actividad y que nos hace sentir mal si no podemos jugar. Se convierte en adicción cuando empieza a interferir gravemente en las actividades de la vida diaria (deberes, amistades, familia…)

Os mostramos unos tips que caracterizan a los menores con adicción a los videojuegos, a modo de evaluación orientativa, que pueden servir de guía para detectar dicha adicción y buscar ayuda profesional si fuera necesario.

    1. Tu hijo se vuelve agresivo, irritable, cuando lleva un tiempo sin jugar.
    2. Empieza a ser incapaz voluntariamente de controlar su uso.
    3. Intenta aislarse en su cuarto o en la zona donde juega.
    4. Cambia de hábitos en la comida y se ve que duerme menos.
    5. Miente para jugar o lo hace a escondidas.
    6. Se distancia de la familia y se aísla en su juego.
    7. Pierde el interés por otras actividades que previamente le gustaban.
    8. Altera sus horarios para poder jugar.
    9. Descuida sus obligaciones en la casa.
    10. Aplaza siempre sus deberes para más tarde.
    11. Empieza a tener, o aumentan, sus problemas con los estudios.
    12. Justifica ese tiempo excesivo porque sus amigos lo necesitan.
    13. Opina, discutiendo que no es un tiempo excesivo.
    14. Insiste en que es preferible jugar a hacer otras cosas peores.
    15. Amenaza con reacciones exageradas o inusuales.

Si tras leer estos síntomas considera que su hijo pudiera padecer una adicción a los videojuegos, busque la ayuda de un profesional para la evaluación y toma de conciencia del problema por parte de tu hijo.

Mientras no te lo indique el especialista, no trates de impedir que deje de jugar de manera tajante y, evite el enfrentamiento con castigos o discusiones que lo alejarán más de ti.

Debes saber a qué tipo de juego juega tu hijo, cuánto tiempo juega habitualmente y con quién juega.

Es necesario reconocer previamente si existen otros posibles conflictos interpersonales, revisar su escala de valores y reconsiderar el ejemplo que damos como padres.

Debes intentar que reflexione sobre sus intereses y prioridades.

El objetivo principal del tratamiento deberá ser la recuperación del control del tiempo y la capacidad de decisión ordenando las actividades de su vida diaria. Debes intentar que analice, afronte y comente con serenidad sus deseos de consumo y de juego y sus razonamientos.

Debes animarle a que intente planificarse otras expectativas atractivas y moverle a que consiga éxitos en otros ámbitos. Descubre lo que hace bien y motívale.

El cambio de actitud y el control de los impulsos deberá centrarse en el autocontrol y la autodisciplina: eso no es fácil. Para evitar las recaídas deberá marcarse nuevas metas.

Conviene saber que cualquier videojuego actual no exige una dedicación mayor de 40 minutos, o un máximo de una hora para conseguir victorias. Hasta los videojuegos on -line, que se juegan entre varias personas, no tienen porque ser necesarios más de 60 minutos para jugar una partida del tipo que sea.

A modo de resumen os dejamos con un cuadro que informa de edades recomendadas de los diferentes tipos de juegos, así como los valores que inculca.  Con un uso controlado y supervisión de los padres, no todo es negativo!.